Día 144 de la cuarentena, casi la misma cantidad hasta fin de año
Sin dudas la cuarentena generada por las autoridades para evitar el ahogo y colapso del sistema hospitalario marcó a fuego la vida nde losmargentinos, que llevamos uno de losperiodos mas largos en la aplicacion del mecanismo de aislamiento social del mundo. Con 144 dpias que transcurrieron desde el decreto presidencial, actualmente es casi la misma cantidad de días que restan para que termine el año.
El proceso cuarentenario dispuesto en Argentina en 2020 para combatir la pandemia de coronavirus correspondió a una serie de decisiones de aislamiento sanitario de la población, que forman parte de una política de salud pública más general para combatir la pandemia, que incluyeron también medidas de distanciamiento y prevención de contagios, investigaciones y tratamientos experimentales, creación de infraestructura y abastecimiento de recursos médicos, protocolos sanitarios para los lugares de trabajo, etc.
Un recorrido desde sus origenes
La cuarentena abarcó inicialmente todo el territorio del país durante 46 días y luego se levantó para establecer medidas de distanciamiento social en casi todo el país, con excepción de algunas áreas urbanas que registran alto nivel de contagios, como el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde viven 15 millones de personas. La cuarentena y demás decisiones sanitarias fueron tomadas en forma coordinada por el gobierno nacional, con los gobiernos de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires y los municipios.
El 16 de marzo la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur fue la primera en decretar la cuarentena en su territorio. El 18 de marzo otras siete provincias decretaron la cuarentena. El presidente de la Nación Alberto Fernández decretó la cuarentena en todo el territorio nacional a partir del 20 de marzo, manteniéndola en modo obligatorio hasta el 12 de abril.b12 A partir de ese día cada provincia y la Ciudad de Buenos Aires, supervisadas por el gobierno nacional, quedaron facultadas para salir del aislamiento obligatorio, pero estableciendo protocolos que garanticen el «distanciamiento» social. A lo largo de mayo, varias provincias (La Pampa, Formosa, Mendoza, Salta, San Juan) finalizaron la cuarentena para permitir reuniones familiares, sociales de hasta diez personas y hasta salidas recreativas en espacios públicos.34
El 4 de junio el presidente Fernández anunció que 18 provincias habían finalizado la cuarentena sobre todo su territorio y estaban bajo un régimen de «distanciamiento» con protocolos sanitarios.5 Inicialmente, solo cuatro áreas urbanas mantuvieron el aislamiento: el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el Departamento San Fernando de la Provincia del Chaco, el Departamento Rawson de la Provincia del Chubut y el Área Metropolitana Córdoba. Posteriormente nuevos brotes obligaron a varias ciudades a volver al aislamiento o a disminuir las flexibilicaciones como en el caso de Tuuman. Hacia el 20 de julio la cuarentena solo se mantenía en el AMBA, en la zona urbana de la capital del Chaco y en la provincia de Jujuy.
La cuarentena y demás medidas sanitarias lograron una baja tasa de mortalidad, con 58 fallecimientos cada millón de habitantes el 22 de julio, un resultado comparativamente mejor que otros países sudamericanos como Perú (529), Chile (462), Brasil (390), Ecuador (307), Bolivia (199) y Colombia (145).10
Las medidas sanitarias de aislamiento y distanciamiento han sido en general aprobadas por un sector la población, sin que ello signifique desconocer una alta preocupación por las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, tendiendo a decaer relativamente en el tiempo con el hartazgo que genera la situación.
Algunos sectores de la población, calificados por el gobierno como «los anticuarentena», se han mostrado muy críticos frente a la medida, invocando las libertades constitucionales y la necesidad de mantener en marcha la economía, convocando a manifestaciones públicas, «cacerolazos» y actos de desobediencia civil.
A comienzos de mayo algunos observadores consideraban que en Buenos Aires y otras partes del país, sectores considerables de la población estaban incumpliendo las medidas de aislamiento y distanciamiento en una actitud de «desobediencia civil de hecho», que pudo haber influido en los rebrotes y agravamientos de la pandemia