Líbano: el día después
La administración del presidente Trump liberó a el Líbano un monto de 100 millones de dólares en asistencia de seguridad que se encontraba retenido.
EEUU y las potencias aliadas de la OTAN siguen con atención y cierta preocupación los acontecimientos acaecidos en Beirut a consecuencia de la devastadora explosión ocurrida el pasado martes.
La preocupación en la Casa Blanca se debe al hipotético futuro escenario que podría plantearse en el Líbano. Comentan en voz baja lo que es sabido por todos, la explosión es consecuencia de una cadena de sucesos o no sucesos, desidia, corrupción y falta de acción del gobierno para atacar a las mismas.
El panorama político del Líbano estuvo signado estos últimos años por la inoperancia gubernamental, corrupción en niveles muy altos y una cierta política de división social que fueron capitalizadas por los políticos en diferentes formas. Las consecuencias de esas políticas es una de las causas de la tragedia ocurrida el Martes 4 de Agosto.
Los asistentes del presidente Trump estuvieron en comunicación con sus Aliados Europeos entre ellos Francia. Unos de los puntos es coordinar el proceso de la ayuda al Líbano ya que la misma debe ser de manera que el dinero no vaya a los canales de corrupción gubernamental, al amiguismo o a exacerbar la división religiosa existente.
La preocupación del día después es que el descontento social y la reprobación al gobierno se transforme en una rebelión popular y esta termine en una guerra civil. No debemos olvidar que el Líbano es base de Hezbolla y éste es un importante actor en Medio Oriente.
Líbano que alguna vez fue llamada la Suiza del Medio Oriente hoy enfrenta un desafio mas en su decadente situación planteada desde la guerra civil a mediados de los años setenta.